Algunas personas consideran que los perfiles en redes sociales son una forma de mostrarse al mundo, y en parte lo son. Hablamos de nuestro día, compartimos fotos y eventos, cosas que a veces nos resultan más interesantes a nosotros que a los demás.
Pero también ocurre algo más: se genera una conexión entre quienes comparten información y quienes la reciben. En cuanto a si lo compartido llega a más o menos personas, todo depende de lo que se comparte.
Facebook, por ejemplo, nos permite crear redes sociales globales y compartir mensajes de forma instantánea, sin fronteras ni barreras. Compartir lo que comiste hoy puede resultar interesante para tus amistades más cercanas, pero probablemente el resto de tus contactos no hará clic para saber más sobre esa actividad.
Los juegos sociales en Facebook, como FarmVille o ChefVille, nos recuerdan constantemente que nos gusta interactuar en línea, aunque no necesariamente de la misma manera. Así que aquí va una sugerencia para tu próxima publicación en redes:
¿Algunos de tus amigos se dejaron crecer el bigote durante Movember para recaudar fondos y concienciar sobre el cáncer de próstata y testicular? Publicar fotos de su bigote en crecimiento ayuda a difundir el mensaje. Pero no necesitas dejarte bigote para ayudar.
La recaudación de fondos en línea es, en cierto modo, un movimiento que contrarresta el narcisismo digital, al mismo tiempo que facilita convertir los pensamientos en acciones y permite que cualquier persona pueda tomar la iniciativa con solo tener un ordenador y conexión a internet.
Y como esto coincide con el auge de las redes sociales y nuestra tendencia a compartir más sobre nosotros mismos, contar al mundo nuestra iniciativa se convierte en una combinación perfecta.
Las personas que quieren recaudar fondos ahora tienen las herramientas y la red social necesarias para generar un impacto real. Así que haz que tu próxima publicación en línea valga la pena: involúcrate, comparte, conecta y haz que cuente.
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